Matrimonio Judío
Un conocimiento más profundo de la visión y perspectiva
judía sobre el matrimonio puede traer mayor luz y entendimiento a las
referencias o ejemplos nupciales que nuestro Maestro hacia en sus parábolas y
metáforas. Frases tales “Como ladrón en la noche”, “llevando sus lámparas”
toman un significado más claro.
Matrimonio Judío 1a Parte
Según la costumbre antigua el matrimonio hebreo se componía
de dos partes:
1)
La ceremonia de esponsales
o desposorio (el cual se llevaba a cabo un año antes o más, antes de llegar al
día de la boda.
2)
La boda en sí.
En esta primera parte nos enfocaremos en el desposorio. Este
consistía en una reunión entre los familiares del novio y la novia, así como
algunos testigos (no miembros de la familia) en dónde el novio le entregaba un
anillo de oro u otro artículo de valor a la novia o en su defecto (por falta de
recursos) un documento en donde prometía casarse con ella. Era un contrato tan
importante como la boda, porque en ese momento se pertenecían mutuamente. Por
esa señal (anillo, contrato) ella estaría reservada para él. Aunque el novio y
la novia regresaban a sus casas, en aquel día la novia ya era la esposa
legítima del novio. Y él partía con la promesa para organizar su vida para
casarse, preparar una casa, conseguir un trabajo y juntar los fondos. Por lo
tanto desde esta ceremonia los padres eran responsables de asegurarse que la
novia fuera virgen de otra manera, ella podría morir apedreada y los padres
tendrían que indemnizar al novio.
Se acostumbraba entonces que los padres le preparasen a ella
una recámara al lado de la casa con una puerta hacia la calle. Mujeres se
encargaban de adornar ese cuarto con almohadas y perfumes. La virgen o betulah
empezaba una etapa de alimentación especial con afrodisiacos, se bañaba con
aceites para suavizar su piel y aloes, para que su cabello brillara, haría todo
lo posible por embellecerse esperando al novio.
Ella al observar el calendario y contar los días para que se
completase su desposorio, sabía que tenía que estar lista para ser “llevada” en
cualquier momento, pero no conocía ni el día exacto ni la hora precisa en que
el novio vendría por ella.
Cuando pensara que el día de la boda se acercaba se vestiría
de novia al no saber si su novio vendría por ella ese día o no.
Entonces de repente, como dice el dicho antiguo, el venía
como ladrón en la noche… y empezaba la segunda parte: la boda, que se dividía
en dos partes también.